"Los medios de comunicación son la entidad más poderosa de la Tierra. Ellos tienen el poder de hacer culpable al inocente e inocente al culpable y éste es el poder. Porque ellos controlan la mente de las masas." (Malcolm X)

jueves, 27 de noviembre de 2014

Premios de Literatura de la NES

¡Hola a todxs!
Entre los premios de este año del Concurso de Literatura de la NES en el que participan varias escuelas de la zona, han salido premiados cuatro de nuestros compañeros de Primer año. En el género "Narrativa", Ramiro Carnecky ganó el segundo premio, mientras que Valentina Novo obtuvo el tercer premio. Lara Mouzo, por su parte, mereció una primera mención.
En el género "Poesía", Malena Aversano obtuvo el tercer premio.
¡Felicitaciones a todos ellos!
Estos son los textos ganadores:

GÉNERO:  NARRATIVA

Robo a la Nación
"Era un hombre raro de torpeza irremediable"
Ramiro Carnecky
Ramón Morales era un pobre desempleado que robaba para poder vivir. No realizaba grandes robos, pero era un criminal.
Años ya habían pasado desde que había perdido su trabajo de vendedor en un local de la 9 de julio y, ya en quiebra, sin poder robar debido a su larga edad, supo que era el momento para su último robo, pero él sabía que debía ser algo muy grande.
Luego de pensar por días, él supo qué hacer: debía robar la bandera argentina que cuelga del mástil de la Casa Rosada y luego la vendería por una gran suma de dinero.
Esto no le sería fácil, por lo tanto, necesitaba cómplices. Logró convencer a su hermano Eugenio y sobornó a un granadero con unos anillos de plata que había robado tiempo atrás.
Ya estaba listo el equipo, pero no sabían cómo hacerlo. Surgían ideas, pero ninguna convencía. Hasta que Eugenio supo qué hacer. Como entre ellos había un granadero, no sería difícil realizar el robo durante el cambio de guardia. Ya sabían cuál sería el momento, pero Ramón y Eugenio debían bajar la bandera y lograr huir sin ser descubiertos.
Llegado el día del robo, como siempre Gabriel, el granadero, fue a hacer su turno de guardia mientras los otros dos ajustaban detalles.
De repente, se escuchó un gran estallido detrás de la Casa Rosada y todos los granaderos fueron a marcha rápida hacia ese sitio mientras Gabriel cortaba con su espada el gran cordón al que estaba atada la bandera.
Detrás de la Casa Rosada estaba Eugenio, que había hecho estrellar un gran camión contra una de las grandes paredes de la Casa. Claramente él fue arrestado, pero eso estaba en los planes de Ramón.
Gabriel ya había bajado la bandera y estaba corriendo con la bandera enroscada al hombro, pero él tropezó y fue visto por otro guardia, el cual empezó a correr e hizo sonar la alarma de alerta. Ni la alarma pudo detener el robo ya que Ramón estaba con un gran helicóptero esperando detrás de la Rosada, al cual se subió y lograron escapar.
Lograron vender la bandera a la mafia china por 30 millones de pesos, pagaron la fianza de 3 millones para sacar a Eugenio  de la cárcel y así estuvieron los tres libres con 9 millones cada uno en sus bolsillos.

Tercer premio
Una segunda oportunidad
Valentina Novo
Había una vez una familia que vivía en un bosque. Estaban la mamá, el papá y los cuatro hermanos.
Tenían una casa muy alejada de la ciudad, era grande. Las paredes estaban pintadas de amarillo, y el techo estaba hecho de lajas rojas. Pedro, que era uno de los más grandes, siempre era el encargado de cuidar de sus otros tres hermanos. Martín y Tomás, los del medio, y Juan, el más chiquito.
Juan estaba atemorizado porque todos sabían que en el bosque habitaban criaturas espantosas. Pero lo peor era el lobo. Nunca lo habían visto aunque igual Juan lo temía...
Una tarde de sol los hermanos estaban jugando en el bosque y Juancito era el único que estaba en la casa. Aunque todos los hermanos le decían que no pasaba nada, Juan no salía.
Una noche estaban acostados los cuatro en su habitación, y escucharon un ruido de la ventana. Pedro se acercó, corrió la cortina y ahí estaba: con los colmillos pegados al vidrio, todo lleno de saliva y con una mirada que paralizaba. Pedro llamó a los hermanos, y juntos fueron corriendo por la escalera al cuarto de los papás.
-Quédense acá- dijo el papá. 
Agarró la escopeta y bajó. La mamá, asustada, se metió con los nenes en el armario. Juan no quería que el papá le hiciera daño al lobo. De repente, se empezaron a escuchar ruidos.
-El lobo entró- gritó el papá.
La adrenalina que corría por el cuerpo de Juan era imparable. El papá cargó la escopeta y se escondió debajo del sillón. El lobo saltó y cuando se dieron cuenta el hombre estaba apuntándole al animal. Juan empujó a los hermanos y salió corriendo del escondite. Llegó al living y en ese momento, gritó:
-¡No, papi!¡No lo mates! Todos merecemos una oportunidad.
El padre lo miró, tomó una soga y ató al lobo. 
Esa misma noche, lo subió  a la camioneta y lo llevó hasta el veterinario.
-Acá lo vamos a cuidar bien, lo vamos a tranquilizar y se va a portar bien.
Cuando el hombre regresó, todos en el bosque lo aplaudían. Ahora podían vivir en paz. Juancito lo abrazó y le susurró al oído: "Gracias". El papá lo miró y le respondió: "No, hijo, gracias a vos por hacerme una mejor persona."

Primera mención
¡Dios mío! Me estoy haciendo adolescente
Lara Mouzo
"Porque los adolescentes son medio torpes"
Tengo 12 años y como todo niño me gusta jugar, divertirme, pasarla bien y no preocuparme absolutamente por nada...
Las cosas iban bien hasta que un día me di cuenta de que mi mundo entero cambiaría y no sería el mismo otra vez o, por lo menos, por un tiempo, por un laaaaargo tiempo.
Paso a contar: Me enteré de que ese punto rojo gigante, ese volcán a punto de hacer erupción en mi frente se llama "grano". Les cuento la anécdota: 
Un día como cualquier otro, yo me levanto con los pelos para todos lados (como siempre), pero cuando voy al baño y me miro al espejo: "¡Dios mío! ¿Qué es eso? ¡¿Qué hace esa cosa en el medio de mi frente?!"
Otra cosa: Estoy feliz, feliz, feliz, feliz, feliz, ¡Guaaaaaaaa! Lloro. Todo el tiempo lloro y mi pieza se inunda con lágrimas que no puedo retener.
Lo peor es que, cuando mis papás me preguntan por qué, yo les contesto: "No sé". ¡Y es porque no sé! Es ridículo. ¿Dónde se vio a una persona que llora y no sabe por qué? Algo todavía peor es que cuando les explico a mis papás qué es lo que me pasa, ellos no me entienden. Nunca me entienden. ¿Entienden? No entiendo por qué no me entienden.
Les cuento otra anécdota: Me comentan que me crecerán (diciéndolo de una manera fina) "vellos" en ciertas partes de mi cuerpo y aparecerán aromas (creo que son feos). Me dicen que para evitar esos aromas, tengo que usar "antitranspirante" todos los días. ¡Qué horror! ¡Qué embole! Debe ser muy aburrido... Un día, mi mamá me dijo que vamos a tener que ir a la depiladora: ¡¿La depiladora?! ¿Qué es eso? Y cuando me dijo que teníamos que ir seguido, ¡casi me desmayo! ¿Y si me tira? ¿Y si me asusto? ¿Y si me duele? ¿Y si lloro? ¡Dios mío!
También quiero hablar del amor. ¡Aaayyy, el amor! ¡Qué lindo el amor! Cuando el chico que me gusta se me acerca, yo me paralizo y no sé qué decir. Cuando él me saluda con un "hola", lo único que puedo hacer es mostrar una sonrisa boba y decir un pequeño y estúpido "hola". No sé cómo actuar frente a él... ¡Dios mío! ¿Qué es lo que puedo hacer?
¡Ay, los adolescentes! Los adolescentes somos tan desproporcionados... Primero nos crecen las piernas, después los brazos, después el tronco, después los pies y por último, la cara de niño se transforma en cara de adolescente con muchos granos. También somos muy torpes. ¡Dios mío! ¡Qué torpes somos! A veces quiero abrazar a un amigo y cuando abro los brazos, le pego un bife al de al lado...
Bueno, estas son algunas de mis tragicomianécdotas (anécdotas trágicas para los adolescentes pero cómicas) que les puedo contar y, seguro, habrá muchas más. Me dicen que éste va a ser un cambio, un gran cambio, un hermoso cambio. Un cambio que recién comienza. Este cambio va a ser una gran aventura y estoy muy ansiosa por saber qué me espera en el camino.

CONTINUARÁ... 
(¡Dios mío!)

GÉNERO: POESÍA
Tercer premio
La llave de los sueños
Malena Aversano

La puerta de mis sueños
ha sido abierta
con la llave de los sueños
que aletea.

Con sus alas de colores
vuela por todo el lugar
pero como se perdió
ya no puede volver a su hogar.

Quiere volver al sueño
en el que iban a ser las siete,
pero se equivocó
y tropezó con el sueño del balcón.

En el sueño del balcón
de la nada apareció un halcón
y como tanto se asustó
se paró y voló.

Volando por los sueños
logró ver a lo lejos
la puerta que le pertenecía 
y entró de alegría.

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